Cuando pensamos en Andalucía, pensamos en España: corridas de toros, pueblos blancos, flamenco, caballos, arte y arquitectura morisca, etc.
Andalucía tiene un corazón cristiano, pero también tiene espíritu árabe, judío y gitano. Sus ciudades son delicados ejemplos de una mezcla cultural única en el mundo. Pero es en sus pueblos y sus calles, en su gente, sus canciones, sus tabernas y sus platos, en donde realmente podemos ver la carismática alma andaluza.