Austria tiene fama de ser elegante y formal, y puede que Viena, con sus aires imperiales, así lo refleje. Pero aparte de su alta cultura y su excelente gastronomía, Austria es un país que enaltece su naturaleza, sea en sus extensos parques, a lo largo del majestuoso Danubio o en sus imponentes cimas alpinas.
En La República Checa, Praga rivaliza con París como la ciudad más linda de Europa, y eso ya es mucho decir. Nombres como Pilsner, Skoda, Kafka y Freud, entre muchos otros, nos avisan que más allá de Praga hay un país apasionante, aunque bastante desconocido.
Y más al norte tenemos a Polonia, uno de los países que más sorprende a nuestros viajeros por la belleza de sus ciudades, la amabilidad de su gente y su riqueza cultural.
Y finalmente, para cerrar con broche de oro: con una arquitectura imponente, algunos de los mejores balnearios termales de Europa y la que se jacta de ser la ciudad más emocionante de Europa cuando cae la noche, Hungría, y su capital Budapest, siempre sorprenden gratamente a sus viajeros.