Hasta hace poco Polonia era uno de los países más desconocidos, y en muchos casos, más menospreciados de Europa. Pero todo esto cambió con la Eurocopa del 2012, cuando los polacos pudieron mostrarle al mundo, orgullosos, como su país había salido de la oscura etapa del comunismo y se había insertado, sin problema alguno, en la Unión Europea y el mundo occidental.
Los polacos son orgullosos, carismáticos, cultos y valientes, muy valientes. Su carácter ha sido forjado, en parte, por su posición entre dos gigantes, Rusia y Alemania, y especialmente por las durezas que padecieron especialmente en la Segunda Guerra Mundial y posteriormente durante el comunismo.
Hoy Polonia es uno de los países que más sorprende a nuestros viajeros por la belleza de sus ciudades, la amabilidad de su gente y su riqueza cultural.