Mientras millones de turistas abarrotaban las playas de Grecia, Italia, Francia y España, en Croacia, Bosnia y Montenegro aguardaban, pacientemente, a que los viajeros los notaran. Ese día ya llegó.
Con algunas de las mejores playas y ciudades costeras de Europa, la Costa de Dalmacia viene acaparando todas las miradas, particularmente después de la convulsa década de los noventa en la que las guerras balcánicas desgarraron la región.
Hoy, Bosnia, Croacia y Montenegro han curado sus heridas y reciben a los viajeros con la ilusión de quien mira al futuro sin olvidar el pasado.